domingo, 1 de enero de 2012

Londres

Volamos rumbo a Londres.
Aterrizamos en el aeropuerto de Gatwick.
Nuestro paraguas en mano y chubasqueros ya que esperamos encontrar -nieblas, lluvia, frío -pero nada más alejado de la realidad cuando por fin aterrizamos en el aeropuerto londinense.
Tras una hora en tren , metro llegamos al centro neurálgico de la ciudad.
Yo diría que Londres es una ciudad perfecta si eres rico.
Millones de asiáticos, franceses,italianos y miles de españoles, en sus calles te puedes encontrar gente de todas las razas y escalas sociales.
Con un sol de justicia llegamos al hotel, para dejar las maletas y tomar nota de la lista de destinos a conocer.
Fuera paraguas, chubasquero etc .. hace un calor insoportable.
Nos esperan unos días para conocer esta gran ciudad. En nuestro recorrido descubrimos restricciones en ciertos perímetros urbanos que les han obligado a sus ciudadanos a cambiar sus automóviles por transporte publico, el proceso se inicia en 2003 con la implantación del peaje urbano.Los vehículos pagan entre 9 y 12 libras de 10 a 14 euros por circular por el centro.Esto ha supuesto una reducción de trafico del 21%. Esta medida ha logrado que la gente use más los famosos autobuses rojos que circulan las 24 h al día. Por cierto los medios de transporte resultan demasiado caros para una ciudad que pretende promocionarlos . El metro también tiene un incremento especial en horas punta, siendo los precios determinados según la zona .Otra forma de moverse por la ciudad son los famosos taxis con los legendarios CABRIES-taxistas-que están acostumbrados a las propinas de 10 a 15 %.
El sol escasea en Londres por lo tanto cuando se deja ver hace que los parques se llenen, es curioso ver como la gente ocupa las hamacas que llenan todos sus parques para descansar, o leer tranquilamente.
Llegamos a Hyde Park la zona verde más grande de Londres con sus 145 hectáreas de arboles centenarios, aves y un enorme lago. Todo ello en el centro de la ciudad.
En nuestro paseo nos encontramos , ciclistas, corredores, gente descalza en el césped haciendo picnic. Cuentan que en sus inicios fue zona de caza de Enrique VIII, hoy pasado el tiempo su oferta cambia , los niños pueden montar en pequeños caballos, alquilar una barca etc.
En fin un parque emblemático. Proseguimos nuestro paseo y descubrimos una exposición de pintores en la calle con la sorpresa de encontrar algún pintor que otro español.
A unos 10 minutos andando nos encontramos el mercadillo de Noting Hill con decenas de tiendas de todas las nacionalidades.
No podía faltar en nuestro recorrido la Abadía de Westminster , o una inolvidable puesta de sol a orillas del Támesis , o la famosa policía montada a caballo.
Una ciudad llena de torres con reloj y una gran pasión por el té. Después de varios días y un gran dolor de pies nos dejamos algunas zonas sin ver de Londres. Es enorme, pero es interesante que quede algo , porque así te obligas a volver.


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